Iterador - Bramó una voz-
Mazearu se acercó al estrado, situado en la sala común del centro de la nave. La sala estaba en penumbra, iluminada suavemente por unos leves brillos verdes, que no dejaba distinguir a quien pertenecían las siluetas allí presentes.
Si, señor. ¿Cuales son sus ordenes?- respondió Mazearu, en un tono suave, que aun así se oyó por toda la sala.
Escoge una fuerza de inserción rápida, y descienda al planeta. Su misión es recoger información sobre un arma que se estaba fabricando en este lugar, así como lograr crear cultos en la poca población que queda en el planeta. Es prioritario rehabilitar el manufactorum para que nos sirva de base de reabastecimiento para poder proseguir nuestra campaña de liberación. No olvide que nuestros propósitos deben ser desconocidos hasta el momento de la ocupación.
Así se hará, señor- replicó Mazearu, haciendo una reverencia.
Tras salir de la sala de mando, Mazearu llamó a los dos sargentos de sus escuadras de guardaespaldas.
Dynan, Arcalish, preparen a sus tropas y un transporte - ordenó, mientras por su mente pasaban mil formas de llevar “la verdad imperial” a la población de este planeta - y no se olviden de avisar a Balaur, quiero a sus dos escuadras de escolta.
Como desee iterador - respondieron los dos sargentos.
Tras marchar sus sargentos, Mazearu se quedó solo, mirando el planeta desde una escotilla de observación.
Esto va a requerir tiempo, para que el planeta esté preparado para la llegada de nuestra fuerza de liberación - pensó sonriendo por el trabajo que tenía por delante.
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