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Los Infames de Vane (I)


Prólogo. La Ira del Tirano


Traedme a la escoria de Vane… - la voz del Tirano de Badab sonaba entrecortada. No era la primera vez que burlaba la muerte, pero eso no significaba que fuese menos doloroso. - …quiero arrancar sus corazones con mis propias manos…

En su último enfrentamiento, Huron Blackheart, había resultado gravemente herido. Y todavía se recuperaba tendido en su lecho.

¡¡HE ORDENADO QUE ME TRAIGAIS – una tos seca acompañada de sangre espesa le impidieron terminar la frase.

Media docena de personas alrededor de su cama le observaban, en silencio. Hasta que uno de ellos comenzó a hablar con un débil hilo de voz.

Mi señor, nosotros solo somos apóstoles de los dioses. Siervos del Caos que velamos por su recuperación. Hay decenas de “Vanes” dentro de la Fortaleza, por no mencionar en todo el Torbellino.

Huron giró su rostro con una mueca de dolor hacia el lugar de donde provenía aquella molesta voz, el fuego encendido en sus ojos era más ardiente que el de un millón de estrellas.

Con un único movimiento tan rápido que nadie pudo prever alargó su brazo, agarró al apóstol de la harapienta túnica y le llevó hacia él propinándole un cabezazo que lanzó a aquel hombrecillo contra el suelo.

¡¡¡VANE!!!

A causa del alboroto y los gritos, un guerrero enfundado en servoarmadura apareció en la estancia, e hincando una rodilla en el suelo a los pies de la cama, agachó la cabeza y fijo su mirada en un insecto que correteaba debajo de la cama.

Ha escapado mi Señor. Karl Vane ha huido de la Fortaleza Negra. Según parece Los Aniquiladores de Vane, como se denominaba su escuadra de Havocs, le rescataron de entre los cadáveres, y con ayuda de su escolta personal, Los Corsos, también de Vane, consiguieron poner de nuevo en marcha el Ranger, su Rhino particular y alcanzar los hangares. En el recuento posterior hemos detectado la falta de una nave de transporte.

La sábana parda que cubría a Huron se arrugó entre sus puños, sus dedos enrojecieron, sus tendones y venas se hincharon y perdió el conocimiento.

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