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Los Bastardos de Guilliman (IV)



Refuerzos


Marcus se encontraba de pie en medio de la explanada. Sus hombres la habían asegurado a su llegada al planeta.

Era un día lluvioso y con una densa niebla que impedía la visión más allá de la distancia del disparo de un bólter. La nave a la cual esperaba se retrasaba. Hacía ya treinta minutos, que se había confirmado su entrada a la atmósfera del planeta.

Mentalmente a modo de distracción, repasaba su última comunicación con su señor Julius Caesar.

Señor, algo muy grande se avecina. Hemos confirmado la presencia de varios grupos de Astartes herejes en la zona. Nos hemos topado con miembros de la Legión Alfa, y además hemos interceptado comunicaciones de otro grupo de Astartes desconocido, liderados por un tal Vane.

Nuestros hermanos los Lobos Espaciales nos han confirmado también  la presencia Xeno en el sector. Entre ellos la Mascarada de Amanecer, que ayudó a nuestros hermanos Ultramarines hace años.

Incluso corren rumores de haber visto al propio Fabius Bilie en la zona - informó el Capitán al Señor del Capítulo.

Entiendo Marcus. Intenta eliminar toda la amenaza posible del sector. Pero lo más importante, sigue siendo la misión que nos ha encomendado nuestro Señor - ordenó Julius.

Señor, sé que es complicado. Pero… debo pedirle refuerzos, a cada paso que damos nos topamos con nuevos enemigos. Temo vernos desbordados pronto de continuar así la situación - dijo apenado Marcus.

Lo sé Marcus… Te he encomendado una misión que roza lo imposible. Estoy trabajando en ello. Mandaré cualquier unidad disponible, de cualquier compañía en cuanto sea posible - se disculpó Julius - . ¡Pero tengo buenas noticias! Los primeros refuerzos están en camino. Un viejo amigo me ha solicitado aplazar sus responsabilidades en el Librarius, para acudir en tu ayuda.

¡Varo! - exclamó el capitán, entusiasmado.

Si, nuestro hermano Bibliotecario Jefe Varo llegará pronto. Confirmo Julius.

 


El zumbido de los motores hizo salir de sus pensamientos a Marcus. Una Stormraven rompió la tupida niebla y se acercó a la zona de aterraje. Varo desembarcó junto a su pequeña escolta de Intercesores. Realizó la señal del Aquila a modo de saludo.

¡Llegas tarde! Te has distraído con uno de tus viejos manuscritos - gritó Marcus para que se oyera su voz sobre el rugido de la Stormraven.

Un Bibliotecario nunca llega tarde. Ni pronto. Llega justo cuando se le necesita - contestó el Bibliotecario tendiéndole la mano.

Marcus correspondió y dio un fuerte apretón de mano a Varo.

Juntos, como en los viejos tiempos amigo mío - rió el capitán.

¿Por dónde empezamos? - preguntó Varo animado.

¡Cómo siempre al grano! Empezaremos buscando la Mascarada del Atardecer. Hay informes que les sitúan desde hace tiempo en la zona. Con suerte obtendremos su ayuda, al igual que nuestros hermanos los Ultramarines. Si no hay suerte… al menos eliminaremos una amenaza - contestó Marcus a Varo.

 

 


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