Presentación
Hayth Alwakhz, mi hogar...debería tener
algún tipo de sentimiento al volver a pisar de nuevo este lugar después de mi
letargo.
Fueron las primeras palabras que dijo el señor supremo Raylys al salir de su sueño en miles de años.
Mientras tanto en un largo pasillo iluminado por las pálidas luces de las celdas donde se encuentran varios necrontyr, se puede ver que un cronomante se acerca al gran señor y le susurra.
El cronometron sigue funcionando su majestad, ¿sabe lo que eso significa?
Raylys, sin tan siquiera dirigirse al consejero, marchó por el pasillo a gran velocidad hasta llegar a la sala de control. En ella, grandes pantallas con extraños símbolos deslumbraban la sala, hologramas de seres extraños, que en su larga existencia jamás conoció, aunque alguno le recordaba a los miembros del culto destructor. Permaneció perplejo por lo que veía ante si, mientras entraba Al'zaraq de manera disimulada en la sala.
La profecía de Orikan se está cumpliendo mi señor, Szarek le ha encontrado, no ha podido fragmentarlo y encerrarlo. Ya sabe lo que debe hacer - comentaba mientras posaba su mano sobre un orbe que allí se encontraba.
De repente, un grito de furia inundo todo el lugar.
¡El Extraño vive! ¡Y ha vuelto para devorarnos como hizo con sus hermanos!
Momentos más tarde, con el eco reverberando aún en todo el lugar. En varias celdas comienzan ha despertar varios guerreros. Que ocurriera esto sólo podía significar una cosa…
Acabad con toda forma de vida en la superficie, El Extraño no puede verse atraído hacia aquí por el momento - ordenó el Señor Supremo mientras continuaba observando los hologramas - .Debemos ganar tiempo y prepararnos para lo que se avecina.
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